EL PADRE ELÍAS. UN APOCALIPSIS
D. O'brien, Michael; EL PADRE ELÍAS. UN APOCALIPSIS; LIBROSLIBRES, Madrid, 2006.
Nos toca ahora analizar, según nuestro parecer, una de las novelas de temática católica más interesantes escritas en los últimos 21 años (es de 1996). Es atípica en su forma, y tal vez pueda descolocar un poco al lector, pero podemos asegurar que al final, compensa el haberla leído. El argumento también es muy original: el padre Elías, antiguo hombre del gobierno israelí, superviviente del holocausto, y converso a la fe católica, es llamado de su comunidad carmelita en Israel, para que se presente en el Vaticano, donde el Papa le tienen que confiar un encargo de suma importancia. Corren nuevos tiempos, y el mundo está viviendo una aparente época de luz, en la cual un hombre, el presidente de la confederación de estados europeos, se presenta ante todo el orbe como la esperanza de la humanidad, de la tan ansiada paz; pero ante este supuesto esplendor, la curia cree ver un ataque frontal a la Iglesia, y a toda creencia religiosa, lo cual parece evidente por los últimos acontecimientos: ataques a sacerdotes, asociaciones de teólogos que defienden al presidente frente a la retrógrada visión de Roma... incluso parece que el mal se ha introducido dentro de la misma Iglesia Católica: el Apocalipsis se acerca, llega la persecución final, y el Santo Padre manda a Elías a entablar contacto con el carismático personaje, para averiguar si verdaderamente se trata del anticristo. En el transcurso de tan complicada misión, el padre Elías tendrá que hacer frente a todo el poder proveniente del mal, con las únicas armas de la fe, la oración, y el amor a Dios y a sus semejantes.
Este libro es un auténtico tratado de Teología, y un canto a la fuerza de la oración. Todos los católicos deberíamos leer esta obra, que además nos trae una visión tradicional, pero hoy en día bastante novedosa para algunos sectores, acerca de la presencia de Dios en la historia humana, y del Apocalipsis. Una magnífica joya de Michael D. O'Brien, no se la pierdan.
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