LA HEREJÍA
Sardov, Romain; LA HEREJÍA; Random House Mondadori, Barcelona, 2004.
En la diócesis de Draguan, al Sur de Francia, en 1284, tras el descubrimineto en un río de tres cuerpos horriblemente mutilados, el sacerdote Henno Gui comenzará una investigación acerca de una población que lleva años incomunicada con el resto del mundo, Heurteloup, que tiene todos los requisitos para ser considerado un pueblo maldito. A la vez, el vicario Chuquet irá a París para averiguar qué hay detrás del asesinato de monseñor Haquin, el hasta entonces obispo de Draguan. Poco a poco, el lector irá observando cómo las dos historias están íntimamente relacionadas, hasta desmbocar en el descubrimiento de una conspiración que abarca incluso a altas esferas de la Iglesia.
Se trata una vez más de un ejemplar de novela histórica, muy muy entretenida en este caso, facilísima de leer (a pesar de lo enrevesado del argumento), y que además está bien ambientada. Podemos aprender datos históricos interesantes, como conocer el Papa que gobernaba Roma por aquel entonces, Martín IV, aunque ya se sabe que en una novela no hay que tomar a priori como cierto todo lo que se cuenta, dependiendo esto del autor, claro está. Por ejemplo, en esta obra, que transcurre a finales del siglo XIII, se nombra como verdadero el Necronomicón, libro que se sabe perfectamente que fue una invención de Lovecraft, escritor norteamericano de fines del XIX y principios del XX.
Para nosotros, lectores cristianos, católicos para más señas, no hay problema a la hora de leer esta novela de Romain Sardov, ya que aunque muestra aspectos bastante negativos dentro de la Iglesia Católica, también enseña la otra vertiente, la de santidad y buena voluntad, la cual, estoy convencido, ha dejado más ejemplos que la otra a lo largo de la historia.